Sin confianza no hay equipo: la raíz invisible de la colaboración
- Alejandro Mendoza
- 1 ago
- 4 Min. de lectura
"No hay colaboración sin conexión,
y no hay conexión sin confianza." - Ale Mendoza
He liderado equipos por más de 25 años. Algunos brillaron como orquestas afinadas y otros, honestamente, parecían más una banda improvisada con cada quien tocando su propio ritmo. ¿La diferencia? No era el talento. Era la confianza.
Y no hablo de esa confianza superficial que se expresa con un “yo confío en ti” cuando todo va bien. Hablo de una confianza profunda, la que se gana con el tiempo, se valida con acciones y se fortalece en los momentos difíciles.
Hoy más que nunca, en un mundo de trabajo híbrido, diversidad generacional y culturas organizacionales cada vez más exigentes, la confianza es la raíz invisible que sostiene la colaboración auténtica. Y si lideras un equipo o eres parte de uno, necesitas entender esto a fondo.
¿Por qué no hay colaboración sin confianza?
Según Patrick Lencioni, autor de The Five Dysfunctions of a Team, la confianza es la base de todo equipo saludable. No hay conflicto sano, no hay compromiso real, no hay rendición de cuentas, y mucho menos resultados colectivos si no hay primero una confianza real, vulnerable, humana.
La desconfianza, en cambio, siembra silencio, pasividad, juego político, dobles agendas, competencia interna, y miedo. ¿Te suena familiar?
Ahora súmale lo que plantea Amy Edmondson en The Fearless Organization: si las personas no sienten seguridad psicológica, evitarán hablar, proponer ideas, reconocer errores o levantar la mano. Y si no lo hacen, el equipo colabora de forma artificial, sin compromiso real.
Por último, Simon Sinek en Leaders Eat Last lleva el tema a un plano casi biológico: los seres humanos colaboran naturalmente cuando sienten que están dentro de un círculo de seguridad. Ahí, la oxitocina (la hormona del vínculo y la confianza) fluye, y el cortisol (la del estrés y el miedo) baja.
¿Qué señales muestran que tu equipo no confía realmente?
Quiero que observes tu entorno con honestidad brutal:
¿Las personas evitan hablar cuando algo no les parece?
¿Hay conversaciones de pasillo pero no en las reuniones?
¿Hay exceso de control, reportes, microgestión?
¿Los errores se ocultan o se abordan con apertura?
¿Se reconocen los logros del otro o se compiten?
Estas señales son alertas de una cultura que no ha sembrado confianza. Y lo peligroso es que sin confianza, la colaboración se vuelve un teatro mal ensayado: todos sonríen en público pero cada quien ejecuta su propia agenda.
¿Cómo construir confianza como líder o miembro del equipo?
Aquí no se trata de hacer una “dinámica de confianza” cada trimestre y listo. Construir confianza es una práctica diaria y estratégica. Te comparto algunas acciones potentes, validadas por la experiencia y por los autores de referencia:
1. Sé el primero en mostrar vulnerabilidad
Lencioni lo dice sin rodeos: la confianza comienza cuando alguien se atreve a ser real. Reconoce errores, comparte aprendizajes, pide ayuda. No esperes que el equipo se abra si tú eres un muro.
"La vulnerabilidad no es debilidad, es el coraje de ser visto." – Brené Brown
2. Crea entornos de seguridad emocional
Amy Edmondson insiste: el equipo debe sentir que no será penalizado por hablar, fallar o desafiar ideas. Celebra el aprendizaje del error, no solo los éxitos. Usa frases como:
“Gracias por decirlo. No todos se atreven.”
“Equivocarse rápido es avanzar rápido.”
“Tu voz aporta aunque esté en contra.”
3. Repite pequeñas acciones de cuidado
Simon Sinek habla de los micro-gestos de pertenencia. No subestimes:
Decir “gracias” con intención.
Escuchar sin interrumpir.
Notar el estado emocional de alguien y preguntarle cómo está.
Compartir una comida o un café sin agenda.
La biología no miente: los gestos de cuidado bajan el cortisol y refuerzan la oxitocina, haciendo del equipo un lugar donde vale la pena colaborar.
Preguntas para reflexionar
No crecerás si solo consumes información. Reflexiona y responde con brutal honestidad:
¿Qué tanto confían en mí mis compañeros o mi equipo?
¿He castigado errores (con palabras o actitudes)?
¿Muestro apertura cuando alguien piensa distinto?
¿Qué tan seguro se siente alguien nuevo en mi equipo?
¿Cómo reacciono cuando algo sale mal?
Acciones prácticas para aplicar esta semana
Pide retroalimentación vulnerable. Pregunta: “¿Hay algo que he hecho últimamente que haya afectado tu confianza en mí?”
Haz una reunión de "confesiones estratégicas". Cada quien comparte una situación donde se equivocó y qué aprendió.
Reconoce a alguien públicamente. Hazlo con detalle, sin exagerar. Sé específico y real.
Practica el "check-in emocional". Comienza una reunión con esta pregunta: “¿En una palabra, cómo estás llegando hoy?”
Recurso recomendado para profundizar
📘 The Five Dysfunctions of a Team – Patrick Lencioni
🎙️ Podcast: WorkLife con Adam Grant — Episodio “The Problem with All-Stars”
📄 PDF: Escala de Seguridad Psicológica (Amy Edmondson, Harvard Business School)
🎥 TED Talk: Building a psychologically safe workplace – Amy Edmondson
📘 Leaders Eat Last – Simon Sinek
La confianza no se decreta, se construye. Es incómoda al principio, pero cuando se vuelve parte del ADN del equipo, libera una energía colaborativa que ningún KPI puede medir, pero todos pueden sentir.
Yo he estado en ambos lados: en equipos que confiaban y en otros donde el miedo gobernaba. Y créeme, nunca se me olvida la diferencia.
La colaboración no comienza con una estrategia, sino con una decisión valiente: la de confiar primero.



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